Uno de los más grandes problemas de los mexicanos es nuestra visión aldeana de las problemáticas comunes. Nuestra cultura moderna, engendrada y distorsionada en el nacionalismo, ha gestado a una raza de bronce ensimismada que no ve más allá de lo ocurre entre los Ríos Usumacinta y Suchiate al sur y el Bravo al norte. Las pruebas en la vida diaria abundan. Basta abrir un periódico o mirar un noticiero para observar un predominio casi absoluto de las problemáticas nacionales y una desvinculación delirante de sus contrapartes globales que inevitablemente nos afectan. Por ello dejaremos de un lado el narcotráfico y la siempre debatida -pero jamás aprobada- reforma política para discutir un tema más allá de nosotros pero en el que, irónicamente, también somos protagonistas en un extenso reparto: la actual crisis ambiental. El cambio climático es sólo la faceta más crítica y contingente de esta crisis que es multifacética. Lo que resulta irónico de esta situación es que estos retos surgen a raíz de una historia de progreso y éxitos para nuestra especie. En los últimos 50 años el consumo global de comida y agua ha crecido por arriba del triple y la utilización de combustibles hidrocarburos se ha cuadruplicado. Actualmente la humanidad ocupa entre un tercio y la mitad de la toda la capacidad fotosintética del planeta, fundamentalmente para sostener la producción alimentaria. Esta apropiación humana del planeta se dio a la par de un crecimiento poblacional exponencial. De acuerdo al economista de la Universidad de Columbia Jeffrey Sachs, la humanidad era 230 millones de individuos para el primer año de la era cristiana. Para 1800 nos cuadriplicamos alcanzando el primer billón (mil millones). En los próximos 175 años la población mundial se sextuplicó alcanzando los seis y medio miles de millones en 2005. Si a este crecimiento frenético agregamos los avances exponenciales en productividad y tecnología que se dieron en este periodo, resulta muy explicable los detonantes de estas contingencias. De acuerdo a un estudio publicado por Johan Rockström en la revista Nature (septiembre 24 de 2009) existen 9 procesos ambientales que sustentan la vida en nuestro planeta: la biodiversidad, la concentración de partículas en la atmósfera, la contaminación química, el cambio climático, la acidificación del océano, la degradación de la capa de ozono, la intervención humana en el ciclo del fósforo y el nitrógeno, el uso del agua potable y el uso de la tierra. El estudio titulado A safe operating space for humanity fue un esfuerzo internacional exhaustivo dedicado a dar respuestas a unas difíciles preguntas: ¿Cuáles son los límites (cuantificables) de esos procesos? ¿Qué tanta degradación pueden tolerar antes de alcanzar un punto de quebranto irreparable? Tres de esos procesos ya encuentran esta capacidad rebasada. Esto es el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación de nitrógeno. Para este momento la concentración de partículas de bióxido de carbono en la atmósfera es de 387 por cada millón, el estudio anteriormente citado utilizó el estimado más bajo de 350 partículas por millón (ppm) para minimizar las consecuencias del calentamiento global. El rango máximo se encuentra en 550 ppm. El problema de esto reside en la incertidumbre de la ciencia climática. No sabemos con certeza los límites del complejo sistema climático, por lo que existe la posibilidad que hayamos rebasado el límite y nos encaminemos a una catástrofe global (o a varias en la forma de sequías prolongadas, el colapso de la agricultura regional y cambios en los patrones del ciclo del agua). Pero esa no es la única complicación, en la cadena determinista del medio ambiente un proceso al borde del colapso está correlacionado directamente con uno que aún no se encuentra al límite (aunque esto no justifica la inacción); la acidificación de los océanos. Éstos son de los sistemas termorreguladores más importantes del planeta absorbiendo cantidades masivas de CO2. Al contacto con el agua el bióxido se disuelve en forma de ácido carbónico. Esto está alterando el PH natural de los océanos, lo que puede llevar a extensiones masivas en sus complejos ecosistemas. Ambos problemas requieren que llevemos a cabo una transición de una economía altamente contaminante a una sustentable basada en energías limpias. Esto es sólo un ejemplo de nuestra compleja incidencia en las inciertas vicisitudes de la actual crisis ambiental. Y para la siguiente entrada veremos la pérdida acelerada de biodiversidad, la contaminación de nitrógeno y la racionalización del agua.
miércoles, 31 de marzo de 2010
martes, 23 de marzo de 2010
Piñera contra la negación regional
Desde 1959 la izquierda de nuestra región ha sido deslumbrada sistemáticamente por un crisol basado en la Habana. Mientras tanto la derecha ha optado por una convivencia necesaria e intocable. Cincuenta y un años han pasado y la dictadura totalitaria de Fidel Castro ha continuado, ahora sumándose a Corea del Norte en este modelo de comunismo hereditario que encuentra muchas similitudes con el absolutismo europeo (la ironía y la contradicción resultan abrumantes). Mientras tanto Latinoamérica se encaminó en una ola democratizadora tras la caída de regímenes militares de derecha que cometieron atrocidades inadmisibles en Argentina, Chile y Brasil por mencionar algunos. Aquellos regímenes fueron esponsoreados por un Estados Unidos paranoico y cínico de la Guerra Fría, pero eso no justifica de forma alguna a la dictadura cubana. La democracia es, sin duda alguna, el menos peor de los sistemas. Y lo es porque respeta las cualidades humanas de discernir, de pensar libremente y de poder emprender cualquier proyecto (léase social, político o económico) individual sin rectoría o aprobación alguna. Nuestros pueblos, a saber los latinoamericanos, vivieron en carne propia la brutalidad del autoritarismo, la tragedia del control más atosigante y el terror del escrutinio privado más orwelliano. A pesar de esto nuestros gobiernos no han estado a la altura. No han bastado las promesas de democracia que los guerrilleros hicieron en la Sierra Maestra (grabadas en radio, para aquellos que estén dispuestos a escucharlas), el cinismo con el que violentaron la constitución cubana con el Proyecto Varela entre 1998 y 2003 o la reciente muerte del disidente Orlando Zapata para que las democracias latinoamericanas denuncien al gobierno del Partido Comunista Cubano. Ha podido más el anacronismo y la confusión histórica más profunda que la empatía y el sentido de responsabilidad global. Condenar a Cuba no implica aislarla ni mucho menos apoyar el bloqueo de Estados unidos. Es esta medida, también anacrónica, que fortalece discursivamente a los Castro y ofrece una justificación a su ineptitud en el manejo de una economía totalmente estatizada que no permite la actividad privada en ninguna forma (lo que ha traído consigo el surgimiento de una economía informal paralela, el tan afamado mercado negro cubano). La última cumbre regional, llevada a cabo en Playa del Carmen, se vio empañada por la muerte de Zapata. Y ahí las barreras ideológicas se difuminaron. Las muestras de afecto volaron de izquierda a derecha literalmente. Raúl saludaba a Calderón, Lula a abrazaba a Uribe y Chávez continuaba en su acostumbrada rutina de destrozar el mariachi mexicano. Los líderes democráticos sonreían hipócritamente y no tocaron el tema del prisionero político y su huelga de hambre que lo llevo hasta la muerte. Sin embargo este lunes el silencio reprobable fue roto por el mandatario de uno de los países que más han progresado en la región, Chile. El nuevo Presidente Sebastián Piñera se pronuncio en contra de los “prisioneros de conciencia” del país caribeño. También dijo que su gobierno haría “lo que esté a su alcance para contribuir a que en Cuba se produzca un proceso de recuperación pacífica de la democracia y un pleno restablecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades individuales”. Pero esta condena, al igual que la cumbre latinoamericana, no fue monopolio de un espectro ideológico. El presidente del Partido Socialista Chileno Fulvio Rossi coincidió con lo dicho por el nuevo mandatario. Es la primera vez que la izquierda democrática se enfrenta a La Habana. Estas declaraciones resultan de enorme importancia y espero que detonen la condena de las dos potencias regionales México y Brasil. Además presenta una ventana de oportunidad enorme para no hacer caso omiso al avance del autoritarismo en Venezuela. Las declaraciones del Presidente chileno son de enorme importancia. Rompen con una inercia de cinismo y negación que aún impera en muchos países latinoamericanos.
Contra la Pena de Muerte
Uno de los temas recurrentes ante la inseguridad es la falsa panacea de la pena de muerte. El Partido Verde Ecologista, que tiene de verde lo que la Exxon Mobil, utilizó la pena de muerte cómo su plataforma de campaña en las pasadas elecciones intermedias. ¿De qué sirve instaurar la pena de muerte en un país en el que, de acuerdo con el CIDAC, la posibilidad de que un presunto autor de un delito llegue ante la autoridad judicial (no que sea condenado) es del 3.3% del total de delitos denunciados (por lo que la impunidad se da en el 96.7% de los casos)? En México sólo se castigan menos del 1% de los delitos cometidos, por lo que delinquir (desde un secuestro con asesinato hasta andar cartereando en el Zócalo) resulta una actividad poco riesgosa y muy redituable. En el Distrito Federal el 93 por ciento de los reclusos fue atrapado en flagrancia, es decir, sin indagación o investigación de por medio. Guillermo Zepeda, analista experto en temas de seguridad en nuestro país, advirtió en 2006 que otorgar a los cuerpos policiacos y al Ministerio Público la atribución para llevar acabo allanamientos era una imprudencia. Me pregunto una vez más ¿sí otorgarle a estas autoridades la atribución para allanar propiedad privada es riesgoso, no lo es más darles la atribución para matar? En vez de perdernos en el morbo deberíamos tomar medidas sensatas, como la creación de una policía investigadora especializada en balística, toxicología, huellas dactilares y ADN forense. La pena de muerte no solucionaría nada. Es una propuesta alarmista que desvía nuestra atención de las medidas que genuinamente impactarían a la delincuencia: la profesionalización de las policías, la instauración de mecanismos de monitoreo anti corrupción, construir mecanismos de inteligencia que permitan prevenir y atestar golpes precisos a las organizaciones delictivas, etcétera. También serviría quitarnos nuestra visión aldeana de la realidad y buscar casos de éxito en el exterior. Y da la casualidad que una nación muy parecida a la nuestra está avanzando: Colombia.
Colombia a diferencia de Venezuela, es un caso a seguir. La nación cafetalera alguna vez asediada por poderosos carteles de traficantes, una narco guerrilla (las FARC) y el secuestro a gran escala es ahora uno de los países más seguros de América Latina. Si buscamos alguna salida del laberinto de la inseguridad, Colombia puede tener muchas repuestas. Entre 1997 y 2002 los secuestros perpetrados por las FARC estaban en aumento (de 440 a 973 respectivamente). Desde 2003 la tendencia cambió y para 2007 aquella cifra había disminuido a 120. Y no sólo cayeron los secuestros de las FARC, también lo hicieron a nivel nacional: para el 2000 raptaron a 3 mil 372 personas en Colombia, para 2007 esa cantidad había disminuido a 521 plagios. Para el año pasado hubo 51 secuestros contra 186 en el 2003. Así Colombia abandonó el primer lugar en secuestros para dejárselo a México y pasar al noveno, Brasil ocupa el quinto y Venezuela el séptimo. Estas mejoras no fueron fortuitas y no se originaron a raíz de instaurar la pena de muerte. Se hizo con cuerpos policíacos eficientes, honestos y operantes. Y se logró con uno de los aciertos más grandes en política criminal reciente: los Grupos de Acción Unificada por la Libertad (GAULA). Creados en 1996 los GAULA son una serie de grupos de elite especializados en secuestro y extorsión. Son expertos en el manejo de armas de fuego, son francotiradores, llevan entrenamientos para redadas tanto en zonas rurales como urbanas, asaltan vehículos en movimiento y pueden realizar operaciones de rescate en cualquier momento del día. Estos escuadrones de élite tienen analistas de inteligencia, técnicos de comunicaciones, y detectives. Es el primer país de América Latina que tiene una escuela especializada en tácticas antisecuestro. Éstas son las medidas que realmente pueden crear una policía preventiva eficaz e investigadora. Tratar de instaurar la pena de muerte en México también nos hace ignorar problemas que tenemos como sociedad y en nuestro sistema político. Nuestras cárceles están sobre pobladas, décadas de un sistema penal burocrático e ineficiente (que además aún es plagado por mucha corrupción) han dejado en la cárcel a personas que han cometido delitos menores y nunca han sido juzgados. La pena de muerte sería una reacción basada en el miedo que no nos permitiría ver el problema completo. Un país injusto con aún mucha disparidad económica, con muchos pendientes de reformas institucionales que llevar a cabo y con un aparato de justicia autoritario e ineficiente (los ministerios públicos, las policías) requiere de un proyecto de reforma completo y visionario. Colombia ha también coordinado su lucha contra la inseguridad con diversos programas sociales, tema que desarrollaré más adelante. Ahora que volteamos al sur volteemos al norte. En 2007 Estados Unidos ejecutó a 42 personas. Estudiosos como John J. Donohue III, un profesor de derecho de Yale, y Justin Wolfers, de la Universidad de Pensilvania, afirman que no existe una correlación directa entre la pena de muerte y la disminución de los homicidios. Además es un tema que no puede planteare a la ligera sin ningún debate profundo de por medio.
lunes, 22 de marzo de 2010
Del nacionalismo, la política comparada, Julio Verne y los helados de Coppelia
Por vez primera La Tragedia abandona su naturaleza personal y les presenta la primera colaboración de este espacio. Espero que la visión de esta excelente politóloga y amiga ayude a refrescar las inevitables inercias del sello personal.
“Entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz” (Benito Pablo Juárez García)... Y ¿qué pasa con la promoción del derecho ajeno?
Los procesos de democratización pueden ser estudiados desde diversas perspectivas, unas se centran en variables estructurales y otras han puesto más atención en las decisiones de actores relevantes y en la forma en que éstas afectan dichos procesos.
Sin dejar de lado la importancia de la economía, historia política, legados institucionales y demás variables estructurales, creo que actualmente en CUBA se está viviendo un momento, tal vez EL MOMENTO que requiere del estudio de las acciones de los actores relevantes, y es por ello que de esta temática tratan estas líneas (y la llamada telefónica que le hice a mi mamá al ver la primera plana del periódico REFORMA hoy 19 de marzo). Me refiero a las Damas de Blanco, Fariñas, algunos intelectuales latinos, Raúl, etc.
En el mundo de la política comparada se habla de los procesos de democratización y de la liberalización como un grado, un nivel dentro de éstos. También se define a la liberalización como el momento en que las bases hacen la suficiente presión sobre la élite política, logrando que esta última permita se ejerzan algunos derechos, principalmente sociales y políticos.
También se ha visto dentro de los estudios sobre procesos de democratización que las liberalizaciones generalmente ocurren cuando la élite política envejece, se desgasta o el líder carismático desaparece del escenario, delegando funciones.
No sé si 51 años de régimen, Raúl Castro como presidente, 4 días seguidos de marchas de estas mujeres en busca de la libertad de presos políticos y 24 de huelga de hambre y sed de Guillermo Fariñas, o la firma de 10 mil intelectuales latinos en contra de la muerte de Orlando Zapata, preso disidente, sean detonadores y síntomas de un proceso democratizador, la verdad teniendo familia de exiliados cubanos, me gustaría pensar que así es y aunque estos párrafos parezcan ciencia ficción de aquél escritor francés nacido en los años veinte, como ahora se reconoce su visión, así sean reconocidos estos pasos a la democracia.
Tal vez no tenga la suficiente experiencia, pero para mí estas pequeñas notas en los periódicos tienen trascendencia y su peso político puede incrementar según la cobertura y peso que les dé la comunidad internacional, tal vez sea hora de en un mundo globalizado dejar un poco la Doctrina Estrada y Juarista y convertirnos en promotores del derecho ajeno. Tal vez la comunidad internacional (lo que sea que eso signifique) pueda ser también un actor RELEVANTE.
Y en cuanto a los helados de la “Heladería Coppelia”, espero la transición llegue a tiempo para que pueda probarlos después de que se celebren elecciones LIBRES.
vhg
miércoles, 17 de marzo de 2010
La guerra contra el narcotráfico: una reflexión
La última visita del Presidente a Ciudad Juárez debe conducirnos a una reflexión genuina entorno a la guerra contra el narcotráfico y la delincuencia organizada. Esto requiere escapar a la tiranía de la inmediatez y el sano distanciamiento de los intereses políticos. Ayer el Presidente respondió a las acusaciones de la sociedad civil juarense con un argumento que en un extremo era estadista y en el otro era metafísico: primero recalcaba la necesidad de apegarse a datos duros (haciendo referencia constantemente a los cuantificables homicidios) para luego argumentar que una mejora en la percepción ciudadana ayudaría a estigmatizar a la delincuencia y sus actividades afines, lo que traería resultados a las laceradas calles de Ciudad Juárez. Esto es muy rebatible y para dar la razón al Presidente en la primera parte de su argumento, habría que comprobar si existe correlación alguna entre la percepción ciudadana y la disminución de la tasa de criminalidad. Entiendo absolutamente la defensa política de lo que se ha convertido en la principal prioridad de esta administración pero eso no debe bloquear la posibilidad de enriquecer y mejorar la calidad del debate. El narcotráfico y la delincuencia organizada son un problema real cuya evolución histórica es demasiado compleja para caer en reduccionismos acusatorios. Esta es la postura que ha adaptado la oposición, en particular y muy gravemente la izquierda. Resulta vital que la izquierda promueva una agenda social para hacer frente a la inseguridad, como programas de educación y empleo para jóvenes en zonas dónde se presenten los índices más altos de sicariato. La actual administración es de derecha y ha hecho algo muy acorde con su naturaleza histórica: el uso de la coerción. Es innegable que es necesario el uso de la fuerza para hacer frente al narcotráfico, pero la condena poco propositiva de la oposición (que no quiere “ensuciarse las manos”) condena a esta guerra a una brutal miopía operativa. Parte de vivir en un sistema democrático es que las corrientes ideológicas tienen la libertad de implementar políticas acordes, lo que sumado a la pluralidad debe traducirse en medidas que ataquen los problemas por diferentes flancos. La fuerza de la derecha resulta vital para atender el problema inmediato, los grupos de traficantes violentos que se dedican al homicidio, a la extorsión y el secuestro. Las medidas progresivas y sociales deberían hacerse presentes para dar soluciones al mediano y largo plazo, las políticas de educación, de apoyo para el empleo y las relacionadas a la lucha contra la disparidad y la exclusión. La oposición en México (más allá de la ideología) tiene una cultura de confrontación dogmática con la fuerza política en el poder, lo que está resultando en un manejo monopólico de la agenda pública. Es irresponsable asumir que, en democracia, las fuerzas políticas pueden abstener su involucramiento en los grandes problemas nacionales. Es una práctica nociva y reprobable. Y volviendo a la baja calidad del debate repasemos lo que ayer el presidente no dijo sobre la guerra contra el narcotráfico: 90% de las armas decomisadas al crimen organizado son traficadas desde EEUU ¿Qué se está haciendo? ¿Hay medidas binacionales en curso? ¿Ha aumentado o ha disminuido el flujo? Las policías en México son corruptas, ineficientes, mal pagadas y mal entrenadas ¿Existe un proceso de reforma? ¿A qué se encamina? ¿Se ha considerado la tan debatida posibilidad de instaurar una policía única nacional? Se sabe que la mariguana representa más de la mitad de los ingresos de los cárteles mexicanos y en EEUU ya existe una muy laxa forma de legalización ¿No valdría la pena legalizar –bajo esquemas regulatorios claro está- la mariguana? El Ejército es una institución cuya función es salvaguardar, por todos los medios, la seguridad nacional pero no la pública. Involucrar a las Fuerzas Armadas en este conflicto las expone a la corrupción de los cárteles y las exhibe políticamente, lo que puede resultar riesgoso para la consolidación de nuestra democracia ¿Hay algún plazo para que el Ejército abandone las calles? ¿No podemos fijarnos fechas –gobierno y sociedad- como lo hicieron los gringos para Irak? Esto permitiría plantear escenarios y llevar a cabo evaluaciones más concretas. La guerra contra el narcotráfico no puede seguir así. Debemos responsabilizarnos colectivamente con el problema la sociedad, los gobiernos y los partidos políticos para darle solución. Y eso requiere de una conjunción de medidas que le conciernen a todos los actores y a todos los espectros ideológicos. Este es el único país que tenemos, no hay otro. Y debemos responsabilizarnos con él.
Para ampliar el tan necesitado debate:
Para recuperar Juárez
Una visión cruda de la guerra contra el narcotráfico
Narco S.A.
La muerte de Beltrán Leyva
Portugal: una esperanza en la insensatez de la prohibición
¿Y si legalizásemos las drogas?
sábado, 13 de marzo de 2010
Cine para conocer la otra cara del dragón
En un artículo para la revista Time titulado The panda paradox (agosto 11, 2008), James Poniewozik argumenta que la concepción que presenta la cultura pop norteamericana sobre China resulta errónea, limitada y no actual. Poniewozik hace referencia a la película Kung-Fu Panda para argumentar que la industria del entretenimiento y los consorcios noticiosos se han quedado muy cortos en ofrecer a Estados Unidos una visión del país continente que es China, con sus casi mil trescientos millones de habitantes, su crecimiento espectacular por encima de las dos cifras y el yugo autoritario del Partido Comunista. Ante las ya finalizadas olimpiadas los gringos están clavados en ver China en su etapa preindustrial (Mulan, Crouching Tiger Hidden Dragon) sin tocar los temas de su modernización bajo el régimen brutal de Mao Zedong o la etapa reformista de Deng Xiaoping.
China es hoy mucho más que pandas, hazañas heroicas o artes marciales; es la potencia capitalista del mañana, un país tan lleno de virtudes como de infamias, gobernado por una dictadura autoritaria que ha permitido una enorme apertura económica; que ha sacado de la pobreza a más de 400 millones de chinos desde la década de los ochenta y que aún así es cada vez más aquejada por la disparidad entre el campo interior y las grandes metrópolis de su costa (de acuerdo al premio Nobel Sir Arthur Lewis la productividad de la población rural es la mitad de la urbana). Luego de leer a Poniewozik realicé que la sino-ignorancia no sólo afectaba a los gringos sino también a nosotros. Las televisoras durante las últimas Olimpiadas no enseñaron nada más allá del Cubo de Agua y el Nido de Pájaro, a lo mucho nos mostraron la vida en los barrios tradicionales chinos llamados hu-tongs mientras sus cómicos molestaban a la relativamente acaudalada población de Beijing. También un chino me vino a la mente, en específico un galardonado director, Jia Zhang Ke.
Mi primer encuentro con Jia Zhang Ke fue meramente incidental, una fría mañana en la que en mi universidad se presentaba un documental independiente titulado Made in China. El documental se centra en la vida de Jia, un joven director de 38 años de edad que ha realizado todas sus producciones sin autorización del Partido Comunista Chino. El documental es una oda a la creatividad humana y al amor al arte, a pesar de todas las dificultades impuestas por el partido hegemónico del gigante asiático este director se las ha agenciado para darse a conocer a nivel mundial, ganando importantes premios en el Festival de cine de Berlín, dos nominaciones a la Palma de Oro en el Festival de Cannes, un galardón a mejor documental en el Festival de Venecia y el León de Oro. Lo que resulta admirable de este hombre es la temática de sus películas, que no pueden ser vistas dentro de su país por mandato oficial y que a pesar de su éxito en el extranjero, están basadas mayoritariamente en la realidad de los ciudadanos chinos en la actualidad.
Las migraciones desde el campo a las ciudades, la imposición de patrones culturales occidentales, la disparidad y la alienación son algunos de los temas que desarrollan sus películas. Jia Zhang Ke representa una ventana a la China actual, cruda y enigmática, compleja y masiva. Hace cine sobre y para su país y sin embargo no puede enseñárselo a su gente. En un punto de Made in China se le pregunta a Jia en una entrevista en Hong Kong sobre qué siente cuando piensa que los chinos no puedan ver sus realizaciones. El director contesta que eso “lo desagarra por dentro” ya que su cine es para su pueblo. Y de verdad lo es. En el mismo documental el realizador explica los espacios de libertad que se han creado a raíz de la apertura económica: “Ahora tenemos mini dv [video digital], Internet y computadoras”. Su convicción está fundamentada sobre un admirable y honesto idealismo: “La historia visual de China siempre ha sido la oficial, creo que es necesario que la sociedad china construya la suya”. La adversidad de tener al Partido Comunista chino en su contra no ha logrado contener el talento de este director para plasmar aquel acervo de historia visual que los chinos tanto necesitan. El amor a su vocación y a su pueblo resulta simplemente inspirador.
Después de ver el documental me puse a buscar alguna película suya y así acabé con Unknown Pleasures en mis manos. Esta película trata el tema de la juventud en la provincia china, tema familiar para Jia Zhang Ke oriundo de la ciudad de Fenyang enclaustrada en el aún subdesarrollado interior del gigante asiático. La película se desarrolla en la dilapidada ciudad de Datong, un lugar que parece un híbrido monstruoso del pasado comunista, que se niega a morir combinado con el frenesí capitalista. Así vemos a los protagonistas habitando una ciudad repleta de escombros y de anuncios de coca-cola y nokia, con multifamiliares masivos y grises que evocan al régimen de Mao.
Unknown Pleasures nos cuenta la historia de Bin Bin y Xiao Ji dos jóvenes desempleados que pasan sus días fumando y recorriendo su derruida ciudad sin nada que hacer. El desempleo y la falta de oportunidades en su entorno se reflejan en la apatía y la monotonía de su rutina, hasta que ambos conocen a Qiao Qiao una atractiva y agresiva actriz. La película rescata aquella pasión de Godard por la experiencia momentánea, los personajes recorren constantemente las calles de Datong, hablando de sus sueños y aspiraciones, todos influenciados por la cultura de consumo gringa. Bin Bin y Xiao Ji discuten constantemente cómo conseguirán mujeres, dinero, artículos de lujo… mientras están rodeados de un paisaje que parece haber sido asediado por un bombardeo, lleno de publicidad de transnacionales y desempleo. Esos son los “placeres desconocidos” de los que nos habla Jia Zhang Ke, los de aquella juventud alienada en una China globalizada, que sueñan despiertos con aquellos placeres que nunca vivirán. Pero la película trata de mucho más. Nos muestra a una juventud abierta al mundo, que está enterada del cine mundial por medio del masivo mercado de películas piratas; de hecho en una de las mejores escenas de la película Qiao Qiao y Xiao Ji tienen una conversación sobre la secuencia inicial de Pulp Fiction de Quentin Tarantino.
El propio Jia muestra en Made in China su colección de dvds compuesto mayoritariamente por copias ilegales, en aquella parte el director habla de su admiración por Robert Bresson y los directores de la nouvelle vague. Las escenas de Jia invitan a la audiencia a reflexionar y a involucrarse con la sutileza y la belleza que ocurren en el entorno: en un momento Xiao Ji cruza por una audiencia callejera pegada a un televisor, es entonces que el Comité Olímpico le otorga los Juegos a Beijing. Con ello la masa estalla en júbilo, exceptuando Xiao que está estático; con ello Jia nos da un mensaje incisivo y lo presenta de una forma muy bella: Beijing está aún demasiado lejos de Datong y su juventud. Para no revelar más sólo diré que Unknown Pleasures tiene un final dramático muy adoc al drama diario de los tres protagonistas. El punto es que Jia Zhang Ke representa una voz independiente y una ventana a la China de hoy. Sus películas nos ofrecen una cura para aquella sino-ignorancia que no nos permite ver todas las caras del dragón.
viernes, 12 de marzo de 2010
La nueva clase media global: ¿Una amenaza?
En artículo reciente Newsweek publicó un alarmante panorama para las nuevas clases medias en los países en desarrollo en especial las focalizadas en China, Rusia e India. De acuerdo al semanario estadounidense este nuevo sector, hasta ahora históricamente desconocido, podría ser una amenaza a los valores e instituciones occidentales por su priorización del progreso económico por encima de las libertades políticas. Esto resulta muy debatible. En los últimos 15 años las clases medias han crecido a pasos agigantados, convirtiéndose en el grupo mayoritario de sus respectivas naciones. Según un estimado de The Economist publicado a principios del 2009, 60% de los habitantes de las naciones en desarrollo alcanzaron el estatus de ingresos medios. El economista hindú Surjit Bhalla sacó un cálculo similar por aquellas fechas de un 57%. Estas clases medias, por su número y complejidad, no pueden caer en criterios homogéneos que las clasifiquen como amenazantes a la democracia liberal y a las libertades de la economía de mercado. Para mencionar el caso más sonado, China a principios de los años ochenta tenía a dos terceras partes de su población viviendo en condiciones de pobreza extrema (lo que son aproximadamente 600 millones de personas). Hoy esta cifra se ha reducido a 180 millones. Los más de 400 millones de chinos que han salido de la pobreza se han unido a una nueva clase media (Banco Mundial, 2007). Newsweek hace especial énfasis en el gigante asiático y en Rusia para argumentar que estas nuevas clases medias apoyan al modelo autoritario del Partido Comunista y a la autocracia de Vladimir Putin. Esto es comprensible, en el modelo de economía de mercado muchas libertades están condicionadas al nivel de ingreso por lo que si un régimen alcanza un crecimiento económico robusto y sostenido es muy comprensible que un pueblo que ha sufrido el lastre de la pobreza lo apruebe. Pero esto no da un panorama completo, con el crecimiento económico el apoyo a los regímenes no democráticos aumenta pero también lo ha hecho la oposición. El arresto de Gari Kaspárov en Rusia en 2007 por encabezar una protesta disidente y el énfasis del Partido Comunista Chino por aumentar el control sobre internet son prueba de ello. El desarrollo económico empodera a los individuos, dándole acceso a tecnologías y herramientas que la exclusión y la pobreza les niega. Además las generaciones que han sufrido la exclusión no se encuentran en condiciones para mejorar sus libertades políticas, el desarrollo sentará las bases para cambiar aquella situación. El artículo también peca de falta de autocrítica. Tras el 11 de septiembre las potencias occidentales tomaron una serie de medidas de seguridad que atentaban contra los principios democráticos a escala global. Las detenciones arbitrarias, los tribunales militares de Guantánamo y la ampliación del monitoreo gubernamental en el Reino Unido son un ejemplo. Estas medidas no pudieron implementarse sin el consentimiento de las clases medias de los países desarrollados que ante las amenazas terroristas nos mostraron una perturbadora faceta autoritaria. A esta crítica se suma la pluralidad de las naciones que caen en la categoría de “en desarrollo”: Brasil, India, Sudáfrica, China, Rusia, México etc. El gigante carioca es una democracia plural y compleja -como lo es India o México- y la dictadura institucionalizada del Partido Comunista Chino dista mucho del modelo autoritario que recae en los hombros de Vladimir Putin. Las clases medias de las naciones en desarrollo por ahora están impulsando la salida de una las peores crisis económicas patrocinadas por los patrones de consumo irresponsables de los países ricos. A esto se suma que su complejidad y pluralidad actual proyecta un futuro aún muy incierto que no las condena necesariamente al autoritarismo y al nacionalismo más recalcitrante. Pero esto viene de un semanario que a los 20 años de la caída del Muro de Berlín afirmó, con un fundamento también muy débil, que 1979 fue un año más importante que 1989. Newsweek se está perdiendo en su visión unidimensional de un mundo complejo, plural e incierto.
lunes, 8 de marzo de 2010
La Iglesia Católica: Celibato y Crisis
“De todas las aberraciones sexuales la castidad resulta la más extraña”- Anatole France
La batalla por los matrimonios gay y la posibilidad de adopción no ha cedido terreno. Las izquierdas y las derechas continúan en una encarnizada batalla mediática, en la que las declaraciones vuelan de un lado a otro como mísiles de artillería. En un artículo anterior expliqué que no existen pruebas científicas que validen que los hijos de los homosexuales tengan problemas emocionales o de identidad, y que por ello deben tener el derecho a adoptar. Aquél trabajo analizaba a un sector de esta épica batalla y ha llegado la hora de analizar a la institución icónica rival, la Iglesia Católica. En su última misa el Cardenal Norberto Rivera criticó al Gobierno del Distrito Federal por su adopción de políticas “foráneas” –incluyendo a la lista una surreal crítica a la promoción del uso de la bicicleta en nuestra capital-, demostrando aquél lastre nacionalista que ha nublado la visión de la derecha y de la izquierda en México (***). Pero el Cardenal no se quedó ahí. Ante sus feligreses pidió no ceder ante el “aparente triunfo del mal”. Las declaraciones del representante de la Iglesia no podrían venir en peor momento, en especial tras lo revelado por Carmen Aristegui sobre el Padre Marcial Maciel ¿Cómo puede una institución que encubre y protege a cuadros pederastas criticar los matrimonios homosexuales y condenar sin sustento su posibilidad a adoptar? Debemos recordar que el caso de Maciel no es el único escándalo de pederastia al interior del Vaticano y pueden ser señales de un problema más profundo al interior de una de las instituciones más importantes para la historia económica, política, social y mística de occidente. El celibato es un tema que ha estado bajo profundo debate al interior de la Iglesia Católica desde hace siglos y para el teólogo Hans Kung es uno de los principales detonadores de los casos de abuso sexual a menores por parte de miembros del clero. Esta forma de vida se impuso al interior de la institución como una medida para evitar que sus cuadros tuviesen la opción de heredar durante la Edad Media. El celibato con su instauración se convirtió en la medida principal para que el capital amasado por los clérigos en vida se quedara al interior de la Iglesia tras su muerte. Su vigencia ha deformado profundamente la visión de la Iglesia hacia el sexo y ha sido uno de los principales factores de rompimiento de buena parte de los feligreses con esta institución. Karol Wojtyla o Juan Pablo II fue uno de los principales defensores del celibato, lo que ha promovido una profunda distorsión de la vida sexual de los sacerdotes y ha convertido a la Iglesia en un lugar idóneo para individuos cuyas preferencias deben mantenerse ocultas. Y el argumento es sostenido por las cifras. De acuerdo a un estudio de la Universidad de John Jay hubo 4,392 sacerdotes y diáconos que enfrentaron acusaciones de abuso sexual a menores entre 1950 y 2002 en Estados Unidos. Esto representó el 4% del total del muestreo, sin embargo la cantidad no deja de ser grave. En la década de los 90 se alcanzaron los niveles más altos, aquellos de la década de los cincuenta. Sólo el 6% del total fueron procesados y de ahí 2% recibió sentencias. La Iglesia debería perseguir estas acciones garantizando castigo a todos los culpables. Pero esto es reflejo de unas contradicciones mayores. El Vaticano continúa condenando el uso del condón y otros anticonceptivos, lo que crea un desapego absoluto con la realidad de sus creyentes y la vida sexual que practican. Esto se ha sumado a un papel más activo del Opus Dei al interior de la Iglesia en años recientes, lo que ha reemplazado a los Jesuitas más liberales y ha reforzado el discurso dogmático del clero. El extremismo e inviabilidad de sus propuestas sólo han colaborado para ampliar la brecha entre creyentes y no creyentes, además que ha cerrado la institución para personas con capacidad de discernir. Y las primeras señales de esta crisis ya están ahí: en Europa la edad media de los sacerdotes es de 65 años y en Alemania mil cuatrocientos son de otros países a causa del déficit en la renovación de cuadros. Las declaraciones de Norberto son muy desafortunadas. Son muestra de una institución cuya innegable importancia histórica está palideciendo ante los dogmas de la intolerancia y el anacronismo. Y finalmente lo único que logran es fortalecer a sus opositores más radicales.
jueves, 4 de marzo de 2010
Los cultivos genéticamente modificados: entre la salvación y la condena
Los dogmas ofrecen a los dogmáticos un espacio de tranquilidad, una visión acotada de la realidad en la que el bien y el mal están definidos con la claridad de un blockbuster hollywoodense. Con ello es fácil laurearse de elegir el “bien” sobre el “mal”, sin necesidad de cuestionar más allá de los cánones de seguridad en los que se refugian. Lo que resulta problemático de los dogmáticos es que la realidad no se rige por los parámetros de la ficción cinematográfica más vulgar. La maldad y la bondad no se dan en estado puro en la condición humana y cualquiera que trate de negarlo está condenándose a la frustración. Un tema que se ha convertido en el bastión de los refugiados del dogmatismo son los alimentos genéticamente modificados. Ante la transición demográfica en ciernes (que nos llevará a 9 mil millones para mediados de siglo) y la urbanización de la mayoría de la humanidad el tema maltusiano de la producción alimentaria ha vuelto con aire vengativo. De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO), la producción alimentaria debe aumentar en un 70% para 2050 (***). La complejidad de este reto resulta enorme, en especial cuando tomamos en cuenta que la mayoría de nuestros problemas ambientales se correlacionan directamente con el sector agrícola como la deforestación, la escalada de las emisiones o la escasez masiva de agua potable (más del 70% de ésta es utilizada por este sector). Aumentar nuestra producción alimentaria requerirá de semillas genéticamente modificadas. Y para ello debemos dejar de lado las tesis extremistas que las condenan para enfocarnos en sus virtudes y vicios, discerniendo sus oportunidades de sus amenazas. Desde hace 14 años las primeras variedades de semillas genéticamente modificadas salieron al mercado. En la actualidad los sembradíos de estas variedades ocupan una superficie más grande que Perú (1.285.215,6 km², el veinteavo más grande del mundo). Las variedades modificadas del algodón, la soya y el maíz han sido un éxito en varios países y, según aumenta la capacidad de secuenciar genomas, la cantidad de semillas de este tipo aumentará exponencialmente en el futuro cercano. Una de las críticas más lacerantes ha sido que las empresas detrás del desarrollo de estas variedades (como la Monsanto) ejercen un control monopólico sobre los granjeros más pobres (90% de ellos las utilizan). Los datos no sustentan esto. El año pasado la venta de semillas genéticamente modificadas representó ganancias por más de diez mil millones de dólares. Pero las ganancias de la producción agrícola representaron $130 mil millones. Además muchas variedades no son patentes privadas, por ejemplo recientemente el gobierno Indio introdujo al mercado semillas alteradas de algodón. Organizaciones de la Sociedad Civil (OSCs) como la Bill & Melinda Gates Foundation también apoyan a granjeros pobres desarrollando y facilitando el acceso a estos insumos. Fortalecer a los granjeros empobrecidos (su productividad en especial) se perfila como la solución más viable para encarar la presión de la creciente población y su urbanización ya en curso. Una posible amenaza viene del lado del monitoreo. Introducir a un ecosistema una variedad genéticamente modificada podría impactar de forma negativo en todo el entorno. Sin embargo la realidad es otra. El monitoreo genético ha avanzado enormemente en los últimos años y es muy posible rastrear el ADN de estos organismos y su impacto sobre los ecosistemas. Lo que debe preocuparnos es que los gobiernos y la sociedad se aseguren de implementarlos. La principal amenaza de este avance científico es el hecho de que su investigación puede ser protegida bajo la propiedad intelectual de las patentes. Esto ofrece un incentivo enorme a la inversión, lo que crea una inercia que desfavorece a otras medidas como el enriquecimiento de los suelos, la rotación de cultivos o los métodos ahorradores de agua. Las variedades genéticamente modificadas de cultivos son una gran oportunidad pero no son la única. Y no podemos dejar que la visión dogmática nos ciegue de la complejidad del tema.
lunes, 1 de marzo de 2010
Imprimir... órganos
Voltaire dijo que el arte de la medicina consiste en impactar al paciente mientras la naturaleza cura su padecimiento. Esta concepción del autor francés no distaba de su realidad en el siglo XVIII. Pero además nos recuerda, más allá de las épocas, que el campo de la medicina siempre ha estado aquejada por terribles limitaciones cuyos alcances solo aumentan según surgen nuevos avances. Tres siglos después esta situación no ha cambiado y ahora nos planteamos la necesidad de desarrollar el campo regenerativo de la medicina, aquél que nos permitirá literalmente crear nuevos órganos para reemplazarlos cuando nuestros originales fallen. Y este año se producirá un gran avance en este campo con la salida al mercado de la primera impresora de órganos. Desarrollada por Invetech y Organovo, dos empresas de alta tecnología de Australia y Estados Unidos respectivamente, esta impresora 3D utiliza células madre extraídas de grasa y cartílago para generar tejidos básicos como vasos sanguíneos, piel y músculo. La impresora apila las células en grupos de entre 10 mil y 30 mil unidades. La base es un hidrogel degradable formulado a base de azúcares que ayuda a darles forma. Las células se fusionan y organizan por sí solas, abriendo la posibilidad de desarrollar en menos de una década órganos complejos como corazones, hígados y riñones. Incidiendo en su proceso de formación es posible especializarlas en diferentes funciones para cada uno de nuestros órganos. La regeneración no es una realidad distante. Desde 2006 en Estados Unidos se logró desarrollar exitosamente vejigas en condiciones de laboratorio. Sin embargo esta impresora plantea la posibilidad de producir a gran escala órganos sin necesidad de donantes que podrían ser rechazados por los cuerpos de sus receptores. Este avance para el campo de la medicina regenerativa es enorme y logrará, por lo menos por un momento, contradecir las sabias palabras de Voltaire.