Desde el 6 de noviembre pasado se han presentado 5 mil 464 nuevos casos de contagios del virus de la influenza A(H1N1) y 54 fallecimientos en nuestro país. Cuando esta nueva cepa apareció en mayo de este año ya se sabía que habría un nuevo pico de infecciones según se aproximaba el invierno. Por ello he decidido sacar de las bóvedas del olvido extractos de una investigación que realicé sobre la influenza, espero que les resulte información valiosa para entender esta crisis de salud, sus orígenes y sus posibles alcances. La influenza ha existido desde el surgimiento de nuestra especie. En temporada aparece y reaparece modificando su estructura genética. Con estos cambios es posible que surjan cepas de la enfermedad para los que no tenemos defensas, lo que la convierte en una pandemia en ciernes. De acuerdo a Nathan Wolfe, un profesor de biología humana en la Universidad de Stanford y director del Global Viral Forecasting Initiative, existen 5 etapas para los patógenos que se transfieren de animales a humanos:
1. La enfermedad se presenta sólo en animales.
2. Para la segunda etapa se puede transmitir a un ser humano exclusivamente por el animal portador.
3. Los patógenos se siguen transmitiendo de animales a personas, sin embargo ya se puede pasar entre miembros de nuestra especie sin mantenerse vivos mucho tiempo.
4. Una vez que la enfermedad entra en la etapa cuatro puede transferirse entre humanos regularmente.
5. Para esta última fase la enfermedad se convierte en una enfermedad exclusiva a nuestra especie, caso que ocurrió con la cepa A(H1N1).
Enfermedades que alcanzan las últimas dos etapas tienen el potencial de convertirse en pandemias a gran escala. La influenza común es muy contagiosa y en temporada mata a miles en todo el mundo, en Estados Unidos a unas 30 mil personas al año. Otra característica preocupante es su capacidad constante para mutar. Cuando el virus infecta una célula puede cambiar su información genética con extraordinaria facilidad, detonando cambios al azar conocidos como mutaciones. Éstas no tienen nada que ver con la evolución de las especies que son cambios no accidentales que buscan adaptar a los organismos a nuevas condiciones de sus ambientes. Si un humano es infectado por dos cepas de influenza es muy viable que intercambien genes en su interior. Las mutaciones fundamentalmente son retrocesos que debilitan a los individuos. Pero ante un patógeno como la influenza, que cambia muy seguido y en cantidades masivas, alguna mutación puede volverla imparable para nuestros sistemas inmunológicos. Y el resultado es una pandemia en potencia. La última pandemia mundial de influenza fue en 1968 cuando la enfermedad mató a aproximadamente un millón de personas. A(H1N1) tiene varias características que la vuelven preocupante, lo que no quiere decir que no sea tratable. A diferencia de la influenza común esta cepa ataca a individuos jóvenes y sanos. Entre 1918 y 1919 una pandemia de influenza conocida como la gripe española, cuyo primer caso registrado fue en Kansas, mató entre 50 y 100 millones de personas. Utilizando datos de esa pandemia un estudio publicado en The Lancet estimó que una cepa igual de mortal podría matar hoy a 62 millones de personas, 96% de ellas en países subdesarrollados. Como podemos ver existen suficientes fundamentos históricos para temer y tomar con seriedad cualquier brote de influenza. Las mutaciones más peligrosas son aquellas que le permiten al virus brincar de una especie a otra, para luego adaptarse a las condiciones que le presenta su nuevo receptor. El VIH-SIDA por ejemplo era un patógeno benigno en los chimpancés que luego pasó a nuestra especie para convertirse en una pandemia masiva. De acuerdo al reporte UNAIDS del 2008 30.8 millones de adultos y dos millones de niños estaban infectados de VIH para el 2007. En la actualidad enfrentamos tres pandemias cuyo impacto varía por región: una de malaria, tuberculosis y VIH-SIDA.
Lo que ocurrió en nuestro país es que una cepa de influenza que era sólo transmisible de los cerdos, mutó para contagiarse entre humanos con la facilidad que caracteriza originalmente a la enfermedad. Si el virus se propaga cada vez más tarde o temprano mutará una cepa más contagiosa y mortífera. La facilidad histórica de esta enfermedad para mutar es la prueba. Hay que aclarar que la cepa A(H1N1) es vulnerable a tratamientos existentes, el Tamiflu y el Relenza; dos medicamentos que pueden desactivar la proteína que le permite al virus reproducirse con las células del receptor. Estas son excelentes noticias que demuestran que esta no es la nueva cepa de influenza que podría matar a millones. Pero de ahí surge otra preocupación. Administrar el Relenza y el Tamiflu a gran escala podría volver a una de las fuerzas más poderosas de la naturaleza en nuestra contra: la selección natural. Si muchos individuos comienzan a consumir estos medicamentos la cepa rápidamente se adaptará volviéndola inmune. Las reservas de antivirales y la capacidad global de producir vacunas es de los temas más graves. Según cálculos de la Universidad de Londres la actual producción de vacunas rinde para proveer a menos del 10% de la población global. Solo nueve países cuentan con una producción interna para dar abasto a su población, Estados Unidos no es uno de ellos (ver video del documental Pandemic Vaccines de la BBC). Si surge una pandemia es prácticamente seguro que surgirá una mutación resistente a nuestros tratamientos. La influenza A(H1N1) es un aviso. Nuestro planeta está experimentando los flujos migratorios más grandes de su historia. Si una pandemia surge puede propagarse a cada rincón del planeta en semanas. Y no es solo la influenza, la variedad de patógenos que pueden llevar acabo aquél salto entre especies es enorme. Las tecnologías de monitoreo y prevención existen pero deben fortalecerse y coordinarse.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Entendiendo de nuevo a la influenza
We are accidents waiting, waiting to happen- Radiohead
Etiquetas:
AH1N1,
globalización,
gripe porcina,
influenza,
malaria,
México,
pandemia,
salud,
sida,
tuberculosis,
vacunas,
vih,
virus
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario