Este artículo es una continuación del titulado Entendiendo de nuevo a la influenza.
Existen dos ámbitos de la ciencia que exploraremos para prevenir la amenaza pandémica: primero la posible aceleración en la fabricación de vacunas y segundo los sistemas de monitoreo que nos mantengan al tanto de las áreas del planeta con patógenos potencialmente pandémicos e individuos infectados, fortaleciendo los controles sobre las transfusiones sanguíneas y las pruebas de diagnóstico en esos lugares. Los dos ámbitos apuestan por dos soluciones muy diferentes: la prevención sobre el atender la pandemia ya propagada o la prevención.
Vacunas
El surgimiento del SARS y la gripe aviar ambas en 2003 reforzaron la necesidad de mejorar técnicas de incubación y de manufactura de nuevas vacunas. Un ejemplo son las vacunas genómicas, basadas en el ADN de los individuos. Se crecen en células en vez de huevos, lo que acelera considerablemente el proceso. Laboratorios privados de Estados Unidos han probado en fase inicial una vacuna genómica contra la influenza y sus cepas que es segura y que se puede acelerar su producción con relativa facilidad. Investigadores han publicado el perfeccionamiento de un proceso para fabricar anticuerpos que atacan enfermedades como la gripe aviar (sciam.com). Es la primera vez que se logran fabricar con rapidez proteínas que acaban con organismos patógenos. Con este avance se podría fabricar a gran escala los anticuerpos encontrados en ciertas personas para detener una potencial pandemia al mes de su surgimiento. Hasta este logro este proceso tardaba unos tres meses en producir la suficiente cantidad de defensas para una población grande, ya que producimos naturalmente pequeñas cantidades de anticuerpos para combatir infecciones.
Esta innovadora técnica extrae defensas de las células B, glóbulos blancos que las producen y las transportan hasta la enfermedad. De ahí se replican estas muestras en laboratorios para luego inyectarse a individuos enfermos cuyos sistemas inmunológicos no reconocen a la infección. Dependiendo de la cantidad de defensas extraídas y si el individuo en algún momento se vacunó o no con la enfermedad (una vacuna contiene una versión anterior más débil del virus) se puede fortalecer su efectividad. En etapa inicial los virus tenían tiempo para adaptarse a los anticuerpos antes que los científicos lograrán reproducirlas a gran escala. Hoy en día es posible modificar genéticamente a los anticuerpos para que contengan mayor cantidad de proteínas para combatir al virus, lo que nos ayuda a llevarle un paso adelante a la selección natural. Las células utilizadas son las primeras a las que recurre el cuerpo para defenderse, por lo tanto viven por poco tiempo.
Investigadores suizos fabricaron anticuerpos de un tipo de células B que guardan defensas de vacunas y virus derrotados anteriormente que se quedan en nuestra sangre a perpetuidad. La selección natural es tan impactante y de tan amplio alcance que ha dotado a nuestros cuerpos con una memoria para combatir enfermedades. Focalizar este tipo específico de células ayuda a solucionar el problema del corto tiempo para localizarles y cultivarlas. El reto es encontrar este tipo de células que llega a presentarse una en mil. Extraerlas y localizarlas rápidamente debe ser una prioridad en el mejoramiento del proceso. Y es algo que la inversión pública gubernamental no debería ignorar. Sería una negligencia que podríamos lamentar profundamente en un futuro.
Monitoreo
Si algo nos ayudará a detener la próxima gran pandemia será el monitoreo. Focalizar rápidamente las enfermedades potencialmente pandémicas puede ser la diferencia entre aislarlas o permitir su propagación global. Y las tecnologías de comunicación actuales nos permiten compartir y propagar cualquier cantidad de información en tiempo real lo que hace posible consolidar un sistema de vigilancia para enfermedades eficiente.
Más de la mitad de las enfermedades que nos afligen provienen originalmente de otros animales. El flujo humano en el planeta en este sentido es un arma de doble filo: un libre tráfico de factores de producción rápido –incluyendo seres humanos- es reflejo de una era más acaudalada y tecnológica; pero también establece la posibilidad de propagar una pandemia sobre buena parte de la población mundial igual de rápido que nos transportamos. Los números de la influenza en el comienzo de esta investigación son prueba irrefutable del potencial de una futura catástrofe epidemiológica. El VIH se pasó en principios de personas a personas, otros padecimientos se pasan de animales salvajes a domésticos como la gripe aviar y ciertas cepas de influenza. Si más del 50 por ciento de las enfermedades provienen de animales resulta necesario afinar sistemas de seguimiento en naciones que concentren gran cantidad de biodiversidad como las naciones del África subsahariana, Brasil, Indonesia y todas las naciones cuyos territorios se encuentran en los trópicos (México está en este grupo). Cazar primates para su consumo aumenta la posibilidad que distintos organismos patógenos se adapten a nuestra especie. El VIH-SIDA inició de esta forma, desplazándose de monos a los chimpancés y de ahí a nosotros. Esto se debe al parentesco. Es más difícil que se nos pase un virus de una res o de un pescado por que están emparentados con nosotros muy lejanamente.
El Global Viral Forecasting Initiative es un proyecto de científicos de diferentes universidades apoyados por Google y National Geographic para monitorear la aparición de patógenos en África, compartiendo información y dándole un seguimiento a su desarrollo por medio de la tecnología de google maps. En 2004 el proyecto descubrió una enfermedad llamada simian foamy virus (SFV), una nueva variante de los retrovirus a los que pertenece el VIH y que ataca a gorilas y mandriles (cada especie con su respectiva variante genética del padecimiento). Se han encontrado 3 tipos del SFV y todos han logrado pasarse a las personas. El consumo de estos animales por parte de los humanos fue el detonante para este brinco entre especies.
Otro descubrimiento de este proyecto fueron los HLTV conocidos en inglés como human T lymphotropic viruses, que atacan células inmunológicas llamadas linfotropicos tipo T. Una variante de esta enfermedad el HTLV-3 proviene del virus que afecta a primates el STLV-3. Estos padecimientos aún no enferman a personas. Pero siendo padecimientos que atacan el sistema inmunológico como el VIH debe ser monitoreado diariamente. Epidemiólogos, biólogos y personal médico están involucrados con monitorear y aplicar pruebas de sangre a las poblaciones y los animales con los que conviven. Por ahora hay 100 representantes en Camerún, China, Congo, Malasia, Laos y Madagascar.
Con este sistema se pueden localizar las causas de las enfermedades, si es posible que se contagien entre personas y si se está propagando prestando especial atención a que no llegue a zonas densamente pobladas. Pero para monitorear a buena parte de las áreas potenciales para dar origen a una nueva pandemia se necesitará de una gran cantidad de personas, que apliquen diagnósticos, estudien la fauna local y den seguimiento a los patógenos. En este sentido resulta prioritario documentar las distintas formas de transmisión de las enfermedades para tomar las medidas necesarias.
HealthMap es otro importante esfuerzo de la comunidad científica que monitorean diariamente en todo el mundo. La tecnología utilizada detrás del proyecto puede ayudar a detectar patrones de enfermedad en distintas naciones al momento que se localizan. La OMS requerirá de un sistema de monitoreo global que detecte a la potencial pandemia del futuro asegurándose de que jamás ocurra. El GFVI necesita $10 millones de dólares anuales para su operación. Pero cualquier costo lo vale. México, el principal foco de esta influenza A(H1N1), no contribuirá mucho con ningún sistema de detección y todo se reduce al peligroso rechazo que nuestro sistema político, clase política y sector privado tienen hacia la investigación e innovación científica.
viernes, 13 de noviembre de 2009
Ciencia y tecnología para prevenir pandemias
Etiquetas:
AH1N1,
ciencia,
enfermedades,
gripe porcina,
influenza,
monitoreo,
pandemia,
prevención,
salud,
tecnología,
vacunas,
virus
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario