jueves, 29 de octubre de 2009

Viviendo en un nuevo orden mundial


Para el politólogo Francis Fukuyama el “fin de la historia” era inminente tras la caída del Muro de Berlín. Aquella polémica tesis planteaba que tras el desarme del bloque de la Unión Soviética el mundo entero se encaminaría por un proceso prácticamente hegeliano en el que se alcanzaría una hegemonía global del modelo de democracia liberal y sus libertades económicas. Para Fukuyama ese es el “fin de la historia”, el triunfo total del modelo liberal occidental como modelo hegemónico mundial. Sin embargo la historia ha ido por un cauce muy diferente del que ha planteado Fukuyama: la adopción masiva del modelo de mercado tras 20 años de expansión económica sostenida, ha traído consigo la aparición de potencias emergentes tanto en el plano global como en el regional. En la actualidad las economías de India, Estados Unidos, la Unión Europea, China, Rusia y Japón representan el 75% del Producto Bruto Mundial y acaparan el 80% del gasto armamentista. Parece que lo que le falló a Fukuyama fue aquella convicción en la democracia liberal. Varias naciones del planeta adoptaron el modelo de economía de mercado pero eso no las ha encaminado necesariamente hacia un sistema democrático prácticamente por inercia. China ha crecido por encima de las dos cifras desde su entrada a la OMC en 2001 pero eso parece que no surtió efecto alguno sobre su sistema autoritario que ha endurecido más su control y prácticas de represión, aún tras celebrarse sus juegos olímpicos en 2008 en Beijing. Ahora este país continente es la segunda potencia global, que ha rebasado en emisiones de CO2 a EEUU y que será vital su participación para llegar a un acuerdo entorno al calentamiento global. Esto demuestra el relativismo en el que ha caído el concepto de la "potencia global", Estados Unidos podrá ser la primera potencia económica pero su peso ambiental es segundo ante China. Rusia también ha optado por una fórmula similar de autoritarismo con libre mercado. El experto en política internacional Richard N. Haass plantea que las condiciones de la política global nos están arrastrando a la era de la no polaridad. Esta tesis muy contraria a la de Fukuyama plantea que las condiciones geopolíticas actuales están dispersando el poder (político y económico) por todo el planeta a grado tal que ya no existen polos de poder fijos y que la etapa de la unipolaridad norteamericana está llegando claramente a su fin. Esta dispersión de poder es tal que ya ni siquiera los Estados Nación encabezan este nuevo mapa geopolítico, en vez de ello, lo comparten por lazos comerciales con otras naciones del planeta, con ONGs, empresas transnacionales, con los nuevos Estados “no alineados” como Irán y Corea del Norte, las potencias regionales, redes terroristas, cárteles de droga etc. Quién en esta época afirme que existe un “imperialismo” como en la Guerra Fría no capta la complejidad de este mundo más globalizado, interdependiente y con muchos focos de poder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario