lunes, 26 de octubre de 2009

Cuatro grandes retos


Con la industrialización la humanidad comenzó una carrera de crecimiento exponencial en todo el sentido de la palabra. Nuestros números aumentaron exponencialmente, nuestra tecnología y nuestra riqueza; con ello comenzamos a vivir más tiempo, a reproducirnos más y a habitar prácticamente cualquier ambiente en el planeta. Para el comienzo de este siglo la población mundial asciende a unos 6.6 billones de personas, produciendo unos $60 trillones de dólares al año. Este nivel de productividad del output económico mundial está llevando al punto del quebranto a diferentes ecosistemas que sostienen la vida en el planeta, arrojando una cantidad insostenible de gases de efecto invernadero que están calentando el clima al punto de volverlo completamente impredecible, se están destruyendo los ecosistemas marinos por la enorme cantidad arrojada de CO2 a los océanos y la pesca ilimitada. El planeta está sobrepoblado de humanos muy productivos y muy contaminantes. La actividad económica mundial ha crecido ocho veces desde 1950 (cuando solo había 2 mil millones 500 mil personas en todo el mundo). Para poner un caso particular, China a principios de los años ochenta tenía a dos terceras partes de su población viviendo en condiciones de pobreza extrema (lo que son aproximadamente 600 millones de personas). Hoy esta cifra se ha reducido a 180 millones. Los más de 400 millones de chinos que han salido de la pobreza se han unido a una nueva clase media, que consume más (Banco Mundial, 2007). Cuando he hablado en este espacio de los grandes retos hacia mediados de siglo se pueden resumir a cuatro:

1. La presión de la raza humana sobre ecosistemas y el clima. Estos fenómenos deben mitigarse para evitar patrones climáticos extremos (en forma de inundaciones, huracanes sequías etc.), la sexta extinción masiva de especies (y la primera generada directamente por la raza humana) y la destrucción de sistemas que sostienen la vida en todas sus formas.

2. La población global sigue creciendo a una tasa muy alta, especialmente en las regiones del planeta que no cuentan con la biomasa y la infraestructura para asimilar ese crecimiento (los países más pobres del mundo). Cada año nacen aproximadamente 70 millones de seres humanos.

3. Una sexta parte de la población global sigue en condiciones de pobreza extrema, cifra que aumentará con la recesión. Esto representa una amenaza para el todo el planeta, los más pobres están expuestos más que nadie a los embates del cambio climático, están sujetos a mayores riegos sanitarios lo que se presta en este mundo migrante a la potencial propagación de pandemias.

4. El proceso de globalización se encuentra paralizado en lo político por intereses mezquinos, nacionalismos anacrónicos e instituciones globales que no se han reformado para dar cabida a los nuevos protagonistas del orden global (desde potencias emergentes hasta productores energéticos por ejemplo).

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