En un país como México es muy necesario encontrar lo positivo en lo sutil, en aquellos logros que se nublan y llegan a perderse en aquél inmenso océano de desesperación del narcotráfico, la disparidad, los monopolios y otra infinidad de infamias. En un artículo anterior titulado Para recuperar Juárez hablaba de la importancia de mantener una presencia coercitiva en la capital de Chihuahua pero coordinada con programas sociales que generen mejores condiciones para su olvidada juventud. Sólo así rescataremos a Juárez y a sus jóvenes de las alternativas monopólicas del sicariato y la delincuencia. Ciudad Juárez es una metrópoli fronteriza cuya maldición y salvación es colindar directamente con la gran potencia de occidente: Estados Unidos. Y esta dualidad se refleja en la economía de esta lacerada y violenta capital: el sector manufacturero, con 300 parques industriales, representa aproximadamente el 45% del Producto Interno Bruto (PIB) de todo el estado. Esto convirtió al lugar en una centro urbano cosmopolita y pujante, un punto de encuentro de dos grandes y muy diferentes naciones. Cuando la economía norteamericana colapsó en 2009 ochenta y dos maquiladores entraron en paro (25 por ciento de las 330 existentes) lo que afectó a más de 35 mil empleos directos del sector. A finales del 2009 el INEGI reportó 3.5 millones de personas desempleadas, de las cuales aproximadamente 2 millones eran jóvenes. La bendición de la cercanía al imperio se había convertido de pronto en condena. A esto se suma el tráfico de cantidades masivas de enervantes hacia El Paso, Texas. Según la DEA unas 506 pandillas operan en la ciudad entre la que destacan Los Aztecas, responsables del asesinato de 16 estudiantes y de un funcionario del consulado gringo. Los Cárteles han aprovechado la existencia de esta base criminal para convertir a Ciudad Juárez en una de las plazas de tráfico más importantes en nuestro país. A esto se suma que el estado de Chihuahua es un punto de paso para el comercio a Sonora, Sinaloa, Durango y Coahuila lo que facilita el contrabando ilegal. Por ello el Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CIDAC) considera a la capital de Chihuahua como el punto de tráfico más importante para los Cárteles de nuestro país. De este alud de malas noticias y retos hoy se publicó una muy buena noticia. Las exportaciones Mexicanas a EEUU se incrementaron 32.6%, señal de la recuperación de la economía gringa. Esto representa para un centro maquilador como Juárez una gran noticia. Pero debe llevarnos a prever cuando la situación empeore. En 2006 el comercio de México con Estados Unidos representó casi del 90% de las exportaciones y el 55% de las importaciones. Nuestra economía se encuentra demasiado ligada a la de EEUU, lo que nos pone en una situación de extrema vulnerabilidad considerando el poder de los cárteles de traficantes mexicanos y la violencia ligada a éstos. Parte de una estrategia integral contra el narcotráfico debería considerar la diversificación de nuestro comercio, lo que nos blindaría de los embates de las desaceleraciones económicas recurrentes. Sentaría las bases para un crecimiento robusto y constante que impacte la infame exclusión y disparidad que aquejan a nuestro país. Hoy hubo buenas noticias para Juárez y todos nuestros estados fronterizos. Pero eso no debe negarnos la posibilidad de planificar a futuro.
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